[Bárbara Pistoia] Cumbia santafesina, esa cosa de negros

Bárbara Pistoia presentó su libro "¡Ay, Amor! Un ensayo sobre la cumbia santafesina" en el salón del Centro Cultural Contraviento.

[Bárbara Pistoia] Cumbia santafesina, esa cosa de negros


La escritora Bárbara Pistoia presentó su libro "¡Ay, Amor! Un ensayo sobre la cumbia santafesina" en el salón del Centro Cultural Contraviento. Con la presentación de Carola Nin y la moderación de César "Coki" Debernardi, la escritora ofreció una radiografía y análisis social del género musical.

 

Según Nin hay que leer el texto de Pistoia como un libro que toma a la cumbia como objeto de estudio y lo desmenuza como una niña con un juguete que le interesa: “Bárbara desarma ese objeto dejando en claro su acercamiento amoroso con el género. Y es en este marco que se va a dirigir específicamente a la cumbia santafesina”.

 

“Preguntarse por la historia de la cumbia santafesina, por su proceso de formación y por su falta de formulación, es en definitiva el señalamiento de la ausencia de un discurso que reconozca su historia y describa sus particularidades. ¿Cuáles podrían ser los motivos de ese descuido?”, se pregunta.

 

Este es un tema que el libro plantea y aborda. La autora, según Nin, identifica aspectos que la vuelven particular y no puede dejar de señalar esa falta en la cultura santafesina.

 

Para Nin el libro deja claro cuan cosa de negros es la cumbia y en el repaso de los diferentes títulos prefiere detenerse en algunos: “Bárbara plantea que cuando hay cumbia, hay goce, hay encuentro con el otro, algo no menor en tiempos en que el individualismo es moneda corriente. En la cumbia no hay soledad”.

 

Pistoia aporta una teoría interesante que es la de la formación: más que ubicar un nacimiento se ocupa de describir parte del desarrollo de la cumbia santafesina.

 

“Eso es valiente, porque enumera, describe, se mete en temas como la politización de figuras de la cumbia. Se banca enumerar, poner nombres y apellidos”. Según Nin, el libro “no esquiva ninguna definición política, no es políticamente correcto”.

 

[La charla]

Coki Debernardi fue el moderador que encaró una charla con la escritora. Le preguntó sobre lo estético de la cumbia, sobre los idas y vueltas del género, y, en un terreno más personal, qué vínculo y origen tiene ella con esa música.

 

A lo largo de la charla se mencionaron varios tópicos desde la “santidad” de Leo Mattioli, la cumbia colombiana como la piedra filosofal, el “Máster” Mario Pereyra, el Grupo Cali y la voz de Sergio Torres, a la manipulación comercial, la gerencia de Marcos Camino en Los Palmeras, y el numeroso subibaja del éxito.

 

Para comenzar, Pistoia contó que pasó muchas noches en el "Tropi de Pacheco" o "Fantástico Bailable" en Ciudad de Buenos Aires, de donde es oriunda, en tiempos en que la bailanta servía de organizador social.

 

Aquellas experiencias, que a la larga le sirvieron como un estudio empírico, la ayudaron en el análisis de cómo se ve y se utiliza a la cumbia desde lugares, en términos socioeconómicos, ajenos .

 

En esa línea cuestionó que ciertos sectores sociales la apropian como “un objeto”, como algo “exótico que lo quieren hacer inclusivo” y terminan cayendo en la “condescendencia”.

 

Incluso sostiene que la cumbia está asociada con lo negro de manera despectiva, cuando en realidad es un valor. “El nudo del conflicto racial es que siempre negro es el otro, incluso para la mayoría de algunas comunidades racializadas. Y es entendible, porque lo que se representa como negro, un negro siempre estigmatizado, no está bueno. Ver lo negro en otro es también una toma de distancia con lo que se dice que es negro y que esa mayoría racializada no es. Esta tensión alcanza a las lecturas que se hace de la cumbia y de los sectores que representa”, opina.

 

“Cada generación tiene algo de supremacista y en la cumbia se lo aplica. Incluso se dice que a partir de cierta hora de la fiesta se debe escuchar. Yo creo que hay cumbia para todo momento, hay mucho prejuicio. Está todo seteado: que sea para la fiesta, a partir de tal hora, en fechas especiales. ¿Y por qué no escucharla a las dos de la tarde un día de semana?”, se preguntó.

 

El libro se hace muchas preguntas que Pistoia fue abriendo en la presentación. Pero en lo que no duda es en simbolizar la cumbia santafesina en un cantante: “Leo Mattioli es el Sandro de la cumbia santafesina”.
 

 

 

 

CENTRO CULTURAL CONTRAVIENTO
[Bárbara Pistoia] Cumbia santafesina, esa cosa de negros

Bárbara Pistoia presentó su libro "¡Ay, Amor! Un ensayo sobre la cumbia santafesina" en el salón del Centro Cultural Contraviento.

La escritora Bárbara Pistoia presentó su libro "¡Ay, Amor! Un ensayo sobre la cumbia santafesina" en el salón del Centro Cultural Contraviento. Con la presentación de Carola Nin y la moderación de César "Coki" Debernardi, la escritora ofreció una radiografía y análisis social del género musical.

 

Según Nin hay que leer el texto de Pistoia como un libro que toma a la cumbia como objeto de estudio y lo desmenuza como una niña con un juguete que le interesa: “Bárbara desarma ese objeto dejando en claro su acercamiento amoroso con el género. Y es en este marco que se va a dirigir específicamente a la cumbia santafesina”.

 

“Preguntarse por la historia de la cumbia santafesina, por su proceso de formación y por su falta de formulación, es en definitiva el señalamiento de la ausencia de un discurso que reconozca su historia y describa sus particularidades. ¿Cuáles podrían ser los motivos de ese descuido?”, se pregunta.

 

Este es un tema que el libro plantea y aborda. La autora, según Nin, identifica aspectos que la vuelven particular y no puede dejar de señalar esa falta en la cultura santafesina.

 

Para Nin el libro deja claro cuan cosa de negros es la cumbia y en el repaso de los diferentes títulos prefiere detenerse en algunos: “Bárbara plantea que cuando hay cumbia, hay goce, hay encuentro con el otro, algo no menor en tiempos en que el individualismo es moneda corriente. En la cumbia no hay soledad”.

 

Pistoia aporta una teoría interesante que es la de la formación: más que ubicar un nacimiento se ocupa de describir parte del desarrollo de la cumbia santafesina.

 

“Eso es valiente, porque enumera, describe, se mete en temas como la politización de figuras de la cumbia. Se banca enumerar, poner nombres y apellidos”. Según Nin, el libro “no esquiva ninguna definición política, no es políticamente correcto”.

 

[La charla]

Coki Debernardi fue el moderador que encaró una charla con la escritora. Le preguntó sobre lo estético de la cumbia, sobre los idas y vueltas del género, y, en un terreno más personal, qué vínculo y origen tiene ella con esa música.

 

A lo largo de la charla se mencionaron varios tópicos desde la “santidad” de Leo Mattioli, la cumbia colombiana como la piedra filosofal, el “Máster” Mario Pereyra, el Grupo Cali y la voz de Sergio Torres, a la manipulación comercial, la gerencia de Marcos Camino en Los Palmeras, y el numeroso subibaja del éxito.

 

Para comenzar, Pistoia contó que pasó muchas noches en el "Tropi de Pacheco" o "Fantástico Bailable" en Ciudad de Buenos Aires, de donde es oriunda, en tiempos en que la bailanta servía de organizador social.

 

Aquellas experiencias, que a la larga le sirvieron como un estudio empírico, la ayudaron en el análisis de cómo se ve y se utiliza a la cumbia desde lugares, en términos socioeconómicos, ajenos .

 

En esa línea cuestionó que ciertos sectores sociales la apropian como “un objeto”, como algo “exótico que lo quieren hacer inclusivo” y terminan cayendo en la “condescendencia”.

 

Incluso sostiene que la cumbia está asociada con lo negro de manera despectiva, cuando en realidad es un valor. “El nudo del conflicto racial es que siempre negro es el otro, incluso para la mayoría de algunas comunidades racializadas. Y es entendible, porque lo que se representa como negro, un negro siempre estigmatizado, no está bueno. Ver lo negro en otro es también una toma de distancia con lo que se dice que es negro y que esa mayoría racializada no es. Esta tensión alcanza a las lecturas que se hace de la cumbia y de los sectores que representa”, opina.

 

“Cada generación tiene algo de supremacista y en la cumbia se lo aplica. Incluso se dice que a partir de cierta hora de la fiesta se debe escuchar. Yo creo que hay cumbia para todo momento, hay mucho prejuicio. Está todo seteado: que sea para la fiesta, a partir de tal hora, en fechas especiales. ¿Y por qué no escucharla a las dos de la tarde un día de semana?”, se preguntó.

 

El libro se hace muchas preguntas que Pistoia fue abriendo en la presentación. Pero en lo que no duda es en simbolizar la cumbia santafesina en un cantante: “Leo Mattioli es el Sandro de la cumbia santafesina”.
 

 

 

 

[Bárbara Pistoia] Cumbia santafesina, esa cosa de negros