Conversatorio de Daniel García

Daniel García: su obra, proceso creativo y mirada sobre el arte

Conversatorio de Daniel García


Daniel García
(Rosario, Argentina, 1958)

 

Nació en 1958 en Rosario, donde vive y trabaja. Expone desde 1981. Ha participado en numerosas muestras colectivas como la 47º Bienal de Venecia, en 1997, VI Bienal de La Habana (Cuba, 1997), 1º y 2ª Bienal del Mercosur (Porto Alegre, Brasil, 1997 y 1999) y “De Ponta-Cabeça”, I Bienal de Fortaleza (Brasil. 2002). Entre sus últimas muestras individuales se encuentran: Damas de Shanghái, Fundación Osde, Rosario (2018) y Galería Gachi Prieto, Buenos Aires (2019); Pequeñas pinturas de Flores, Galería Mar Dulce, Buenos Aires (2019); Identidades, Galería EstudioG, Rosario (2020); Figuras, Galería EstudioG, Rosario (2020); Encuentros, Museo municipal de Arte Decorativo Firma y Odilo Estevez (2021); Trance y otras pinturas, Museo Castagnino, Rosario (2022); Confluencias (junto a Noëlle Lieber y Natalia Perez), Alianza Francesa, Rosario (2023) y Sirenas, Galería La Toma, Rosario (junto a Yamila Glardón) y Galería Gachi Prieto, Buenos Aires (2023).

El Centro Cultural Contraviento celebró la primera actividad abierta al público con un conversatorio con el artista rosarino Daniel García. La pintura God give me strength III (Abstracción lírica), expuesta en el espacio, fue el disparador para que cuente su experiencia y mirada como artista.

 

Con un relato de tono suave y apaciguado, García narró en primera persona a los presentes que acompañaron masivamente la actividad su proceso creativo y vínculo con el entorno que lo alimenta cuando se enfrenta al boceto. De hecho tomó el concepto “conversatorio” para explicar el primer contacto que mantiene cada vez que emprende una obra.

 

“La conversación tiene que ver con lo que hago con la pintura. En cierta forma converso con otras imágenes, avisos publicitarios, grafitis, obras de otros colegas, artistas, u obras ajenas con las que dialogo y me estimulan. Ese es un primer paso”, explicó para darle inicio a una charla amena de casi una hora y media.

 

En este sentido agregó: “El Yo que pinta no es distinto al Yo cotidiano que hace las compras o pone a lavar la ropa. Se va construyendo algo. No se trabaja en soledad, se dialoga con el entorno; con la comunidad tangible y la no tangible que puede ser otra obra”.

 

Un momento interesante del ida y vuelta con los presentes que siguieron la charla en el salón principal de Contraviento fue cuando el artista explicó cómo observa su obra en perspectiva con el paso de los años. God give me strength III (Abstracción lírica) que ilustraba con blanco y negro el fondo del conversatorio, es del año 2001; más de 20 años que abarcaron infinidad de cambios en la sociedad y en el propio artista.


“Mis miradas de las obras van cambiando, por suerte van mejorando en general con el tiempo. No hay en mis pinturas un significado concreto que quiera transmitir. No hay un “lean esto”. No. Hago un punto de anclaje y que cada uno pueda tener sus sentimientos. Al contrario que no esté del todo claro lo que digo, que haya una ambigüedad. No quiero que se clausure el sentido al contemplar la obra, que siga trabajando y se sigan viendo cosas, distintas, incluso con los años”, explicó.


El proceso
En cuanto a cómo se enfrenta y dispone a un nuevo trabajo, García confiesa que siempre busca un nuevo nacimiento. “Me pasa que siempre que empiezo una obra es como que empiezo de cero como si la experiencia previa no contara en muchos casos. Por eso me gusta incursionar en cosas nuevas, cambiar de temáticas, colores, soy bastante heterogéneo y no repetirme”.


García tiene un estilo que es difuminar parte de la obra, algo sutil, pero que tiene un significado. En God give me strength III (Abstracción lírica) se descubre. “Borro una parte de la imagen y pinto de nuevo arriba, para darle distintas capas y densidad. La obra no es algo instantáneo, se va construyendo con el tiempo y se va destruyendo. Como que tiene un carácter humano, que envejece como nosotros, que tiene cicatrices, cosas que le han pasado,que ha sobrevivido. El objetivo de esa carga sutil, ese paso del tiempo, esos traumas, es que quede reflejado”.


¿Qué importancia le das a la trascendencia de la obra?, lepreguntaron desde el público. “Siempre uno quiere que su obra tenga cierta repercusión. Sobre todo cuando uno era más joven, pero el mundo del arte se ha enrarecido. La espectacularidad de la obra tiene un juego, o para acceder a ciertos lugares uno tiene que pagar ciertos costos que no me interesa pagar con mi obra”.


Como conclusión explicó: “Por eso desde hace 20 años decidí hacer lo que quiero hacer más allá de las consecuencias que puede tener mi carrera. Que se me abra tal o cual espacio. Dejé de lado eso”.

 

Sobre la obra expuesta
La pintura God give me strength III (Abstracción lírica), del año 2001, pertenece a una serie de obras que comenzó en 1999 y que originalmente denominé Meditaciones. Años después, algunas de esta serie fueron, a comienzos de 2003, exhibidas junto a otras que también representaban objetos con un rol ambiguo (tal vez protectivo/defensivo, pero pudiendo cumplir simultáneamente una función de aprisionar o torturar), en la muestra titulada Bondage, en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires.
El doble título de la obra tiene una explicación. El que está en inglés corresponde al de una canción escrita por Burt Bacharach y Elvis Costello que escuchaba el artista en el momento de pintar esa serie. Por su parte “Abstracción lírica” es una referencia algo irónica a esa corriente pictórica, también conocida como Action painting, cuyas pinceladas gestuales y libres se transforman en la obra en el movimiento de unas cadenas.

 

 

 

 

 

 


 

CENTRO CULTURAL CONTRAVIENTO
Conversatorio de Daniel García

Daniel García: su obra, proceso creativo y mirada sobre el arte

El Centro Cultural Contraviento celebró la primera actividad abierta al público con un conversatorio con el artista rosarino Daniel García. La pintura God give me strength III (Abstracción lírica), expuesta en el espacio, fue el disparador para que cuente su experiencia y mirada como artista.

 

Con un relato de tono suave y apaciguado, García narró en primera persona a los presentes que acompañaron masivamente la actividad su proceso creativo y vínculo con el entorno que lo alimenta cuando se enfrenta al boceto. De hecho tomó el concepto “conversatorio” para explicar el primer contacto que mantiene cada vez que emprende una obra.

 

“La conversación tiene que ver con lo que hago con la pintura. En cierta forma converso con otras imágenes, avisos publicitarios, grafitis, obras de otros colegas, artistas, u obras ajenas con las que dialogo y me estimulan. Ese es un primer paso”, explicó para darle inicio a una charla amena de casi una hora y media.

 

En este sentido agregó: “El Yo que pinta no es distinto al Yo cotidiano que hace las compras o pone a lavar la ropa. Se va construyendo algo. No se trabaja en soledad, se dialoga con el entorno; con la comunidad tangible y la no tangible que puede ser otra obra”.

 

Un momento interesante del ida y vuelta con los presentes que siguieron la charla en el salón principal de Contraviento fue cuando el artista explicó cómo observa su obra en perspectiva con el paso de los años. God give me strength III (Abstracción lírica) que ilustraba con blanco y negro el fondo del conversatorio, es del año 2001; más de 20 años que abarcaron infinidad de cambios en la sociedad y en el propio artista.


“Mis miradas de las obras van cambiando, por suerte van mejorando en general con el tiempo. No hay en mis pinturas un significado concreto que quiera transmitir. No hay un “lean esto”. No. Hago un punto de anclaje y que cada uno pueda tener sus sentimientos. Al contrario que no esté del todo claro lo que digo, que haya una ambigüedad. No quiero que se clausure el sentido al contemplar la obra, que siga trabajando y se sigan viendo cosas, distintas, incluso con los años”, explicó.


El proceso
En cuanto a cómo se enfrenta y dispone a un nuevo trabajo, García confiesa que siempre busca un nuevo nacimiento. “Me pasa que siempre que empiezo una obra es como que empiezo de cero como si la experiencia previa no contara en muchos casos. Por eso me gusta incursionar en cosas nuevas, cambiar de temáticas, colores, soy bastante heterogéneo y no repetirme”.


García tiene un estilo que es difuminar parte de la obra, algo sutil, pero que tiene un significado. En God give me strength III (Abstracción lírica) se descubre. “Borro una parte de la imagen y pinto de nuevo arriba, para darle distintas capas y densidad. La obra no es algo instantáneo, se va construyendo con el tiempo y se va destruyendo. Como que tiene un carácter humano, que envejece como nosotros, que tiene cicatrices, cosas que le han pasado,que ha sobrevivido. El objetivo de esa carga sutil, ese paso del tiempo, esos traumas, es que quede reflejado”.


¿Qué importancia le das a la trascendencia de la obra?, lepreguntaron desde el público. “Siempre uno quiere que su obra tenga cierta repercusión. Sobre todo cuando uno era más joven, pero el mundo del arte se ha enrarecido. La espectacularidad de la obra tiene un juego, o para acceder a ciertos lugares uno tiene que pagar ciertos costos que no me interesa pagar con mi obra”.


Como conclusión explicó: “Por eso desde hace 20 años decidí hacer lo que quiero hacer más allá de las consecuencias que puede tener mi carrera. Que se me abra tal o cual espacio. Dejé de lado eso”.

 

Sobre la obra expuesta
La pintura God give me strength III (Abstracción lírica), del año 2001, pertenece a una serie de obras que comenzó en 1999 y que originalmente denominé Meditaciones. Años después, algunas de esta serie fueron, a comienzos de 2003, exhibidas junto a otras que también representaban objetos con un rol ambiguo (tal vez protectivo/defensivo, pero pudiendo cumplir simultáneamente una función de aprisionar o torturar), en la muestra titulada Bondage, en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires.
El doble título de la obra tiene una explicación. El que está en inglés corresponde al de una canción escrita por Burt Bacharach y Elvis Costello que escuchaba el artista en el momento de pintar esa serie. Por su parte “Abstracción lírica” es una referencia algo irónica a esa corriente pictórica, también conocida como Action painting, cuyas pinceladas gestuales y libres se transforman en la obra en el movimiento de unas cadenas.

 

 

 

 

 

 


 

Conversatorio de Daniel García